CLEOPATRA LA DIVINA
Érase una vez una princesa llamada Cleopatra. Vivía en Egipto porque su
padre era el faraón, el rey de todo Egipto. A Cleopatra, le gustaba que
la llamaran Cleo. Ella, tenía los ojos negros, era alta y su edad era de
16 años. Tenía un buen carácter y no se enfadaba casi nunca. A
Cleopatra le encantaban los animales y a veces, metía en el palacio
cocodrilos de dos metros. A ella también le gustaba mucho jugar con
Clara, Francisco Javier, Ana, Manuel, Rocío, David, Alex y Marta, que
eran sus mejores amigos. A Cleopatra le gustaba mucho los "Trans
Closur", que era su comida preferida. Estaban hechos con los siguientes
ingredientes: dos hojas de menta y cuatro huevos de dinosaurios. Los
trans Closur, se preparaban de la siguiente manera: Las dos hojas de
menta se calentaban en el fuego, se machacaban y se ponían en un
recipiente mediano y ancho. Los huevos se rompían y se echaban en el
recipiente con las hojas, se mezclaba todo y listo. Un día en Egipto
apareció la madre de Cleopatra que se llamaba Liliana. Ella llevaba
puesto un vestido marrón claro y muchos collares rojos, verdes,
amarillos y celestes. Liliana venía acompañada de su perrita Betty Boop.
Esta mascota era blanca, llevaba un lazo rosa en el cuello y una correa
rosa.
Pasaron días y días hasta que Cleopatra y Liliana se encontraron por las
calles del palacio y ¡Se pusieron muy contentas! Cleopatra, acudió a
decírselo a su padre, pero a éste, no le hacía ninguna gracia porque él
pensaba que cuando se muriera, Liliana se quedaría con todo el palacio y
con toda su fortuna. Julio, que así se llamaba el padre de Cleopatra,
se lo pensó muy bien. Varias semanas después, decidió dejarle en
herencia toda su fortuna a su hija. Para que ella disfrutara todo lo que
había conseguido su padre con mucho esfuerzo. Al final, cuando el padre
de Cleopatra murió, ella se quedó con la herencia de su padre y vivió
muy feliz.
" Si vives lejos de algún ser querido y lo ves, no lo rechaces porque puede ser muy importante para tí"
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