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martes, 16 de febrero de 2016

DIEGO VELÁZQUEZ

 Este cuadro de Santa Rufina es el que vamos a ver el próximo lunes en la excursión. Lo pintó Velázquez en el año 1630.
Aprenderemos muchas cosas sobre este pintor sevillano...

Biografía de Diego Velázquez para niños


Velázquez es de origen andaluz, nació en Sevilla en el año 1599, lo que le sitúa de lleno en el arte barroco, siendo el pintor más representativo de este movimiento en España y conocido en todo el mundo por sus aportaciones a la pintura y a las Historia del Arte en general siendo un pionero en movimientos posteriores como el impresionismo.
Velázquez tuvo su formación en Sevilla, su maestro se llamaba Fancisco Pacheco, un reputado pintor que tenía amplios conocimientos de iconografía y de pintura. Es un momento en que Sevilla vive una época en la que grandes pintores van a surgir en la ciudad, Zurbarán o Murillo se mueven en unas fechas parecidas, así que el ambiente artístico era importante en la capital de Andalucía.
En Sevilla Velázquez aprende a pintar obras en claroscuro. Realiza los objetos con un realismo fotográfico y introduce personajes populares en sus obras.
Se casó con Juana Pacheco poco después de conseguir la entrada en el gremio de pintores de Sevilla, Juana era hija de su maestro Francisco Pacheco.
En 1622 viajó a Madrid por primera vez, con la excusa de visitar la colección de `pintura que allí se conservaba, gracias a los contactos de Francisco Pacheco al poco tiempo va a empezar a trabajar como pintor real y a representar cargos en la corte que le proporcionaran al lo largo de su vida un ascenso social que como pintor no habría llegado a conseguir. Ya asentado en Madrid pintará varios retratos y podrá admirar la colección de pintura de los reyes, recordemos que Felipe IV era una gran amante de las artes, los cuadros de las colecciones de pintura italiana y flamenca van a influir mucho en Velázquez para empezar a practicar el desnudo y ir eliminando poco a poco el claroscuro de sus obras.


LAS MENINAS 
En 1629 tiene la oportunidad de viajar a Italia, donde permanecerá dos años, realizando un recorrido que profundiza e influye en su formación, ya que estuvo en Venecia donde aprende a pintar con el color y a utilizar esos colores tan típicos de esa zona y en Roma donde puede observar las obras de Miguel Angel y la diferenciación muscular de sus masivas figuras que va a trasladar a alguno de sus cuadros de ese momento como por ejemplo La fragua de Vulcano.
De regreso a Madrid se desarrolla su época más amplia realizando todo tipo de retratos y cuadros tanto religiosos como mitológicos, hasta que realiza un segundo viaje a Italia en el año 1649, también de dos años de duración y demasiado largo para el encargo que tenía que llevar a cabo allí. Lo curioso de este segundo viaje es que experimenta con el impresionismo en obras como los Paisajes de la Villa Medici y quizás realizando el primer desnudo de la pintura española en la obra La Venus del Espejo, un éxtasis barroco que puede realizar en esta época.
Al regresar de nuevo a Madrid entre 1651 y 1660 tiene lugar su época de mayor esplendor, sus obras culmen se realizan en este momento, quizás algo obsesionado por conseguir profundidad en sus cuadros, como observamos en obras como Las Meninas o Las Hilanderas, pintando de una manera mucho más suelta pero consiguiendo una calidad increíble en sus obras pese a esta forma de pintar, tanto en objetos inanimados como en retratos.
Velázquez es tan grande que sus seguidores no llegaron a su categoría, aunque hay que destacar a dos que intentan continuar sus pasos de forma digna, su cuñado Juan Bautista Martínez del Mazo, que se casó con la hija fruto del matrimonio de Velázquez y a Juan de Pareja, en principio esclavo de Velázquez al cual el propio pintor otorgo la libertad y que se quedó trabajando en la corte tras la muerte de nuestro protagonista.

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