LA CALABAZA DE HALLOWEEN
Érase una vez, una calabaza que vivía en el campo, entre otras muchas calabazas cultivadas por el señor campesino.
Nuestra protagonista se llamaba Ruperta, y era la más pequeña de todas las calabazas del huerto.
Por esa razón, un día, el señor campesino la recogió del suelo y la tiró a la basura diciendo:
“Menuda calabaza más pequeña, no me sirve para nada“.
Ruperta no podía creer que la estuvieran separando
del resto de calabazas, y se puso muy furiosa… Tan furiosa se puso, que
empezó a ensanchársele la cabeza, luego el pequeño tallo que llevaba
encima de la cabeza, y por último, empezó a agrietársele la cara, hasta
que le aparecieron algunas cicatrices…
Ruperta fue a mirarse a un espejo, y vio cómo había quedado. Ahora era una calabaza muy grande y con una cicatriz en forma de sonrisa en su cara. Ruperta pasó de ser una buena calabaza feliz, a una calabaza terrorífica, enfadada y rencorosa…
A partir de ese día, Ruperta decidió aparecer todas las noches de Halloween para asustar a los niños por la calle..El señor campesino se enteró de esto y entendió que debía haber
tratado igual a Ruperta aunque fuera muy pequeña, ya que en el fondo
todas las calabazas deben ser iguales para él.
Así que ten cuidado…, Ruperta anda suelta… y ya sabes como es su aspecto, así que si la ves, avísanos para atraparla porque es muy peligrosa.
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